El cuckolding es el placer de la infidelidad y los cuernos . Un “cuckold” es un cornudo en inglés. El nombre viene del pájaro “cuco” por la curiosidad de que dicho ave pone los huevos en nidos ajenos para que otros pájaros se los cuiden.
Dentro del cuckolding está la vertiente erótica, que es común en el mundo swinger, liberal y en el erotismo en general. El hecho de ver a tu mujer teniendo sexo con otro, o de saber que tiene sexo con terceras personas. Sin embargo aquí nos ocuparemos de la vertiente BDSM que a esta práctica le añade el componente de la dominación y la humillación.
Cuckolding el placer de la infidelidad y los cuernos.
En los mamíferos está el comportamiento sexual adquirido genéticamente de que para la mejora de la raza y la supervivencia sea el macho dominante (el más fuerte) el que preñe a las hembras. El macho dominante muchas veces se ha ganado ese derecho peleando y dominando a los otros machos. Y en la jerarquía de la manada cada uno asume su rol y tiene su papel, el dominante que folla y el sumiso que se ocupa de la manada y de las hembras pero cede sumisamente su puesto al macho para follar. Igual las hembras están programadas para dar sexo al dominante y negárselo al sumiso. Esa es mi opinión la base de que estos juegos y estas situaciones nos exciten. En el fondo como mamíferos estamos programados para ello.
Una vez llegados a este punto, al BDSM alrededor de los cuernos, le pasa como a todo en estas actividades casi hay una forma diferente de entenderlo por cada sumiso o dominante:
A menudo surge en la relación de una mujer dominante con su sumiso, como forma de imponer su poder, de demostrar que ella tiene derecho a todo y el sumiso a nada. Le demuestra que puede tener sexo con otros hombres y darles todo lo que al sumiso se le niega. La humillación de ver como la mujer que el sumiso desea, adora y por la que haría cualquier cosa se entrega a otro y le da todo lo que para él está prohibido. A veces la mujer dominante mantiene su rol dominante con el amante, pero muchas veces cambia su rol y se comporta sumisa con un amante dominante o “corneador”.
La otra forma de llegar a este juego es cuando la mujer es muy sexual, con unas necesidades y exigencias sexuales altas y frecuentes que su pareja no puede complacer y se ve obligada a recurrir a un macho más potente, dotado y viril que pueda satisfacerla como corresponde.
A partir de aquí la cosa puede desarrollarse de mil maneras y puede llegar muy lejos en este triangulo de Corneador, corneadora (o zorra) y cornudo”. En inglés el corneador identificado normalmente como “Bull” (toro), la corneadora como cuckoldress o slut (zorra) y el cornudo como cuckold. Muchos elementos de humillación y dominación se pueden barajar:
Respecto a la posición del cornudo: desde que pueda mirar y estar presente mientras su chica tiene sexo con el amante; a que tenga que estar en la habitación de al lado; que este esperando en la calle; o que le llamen por teléfono para contárselo. O que directamente su corneadora se lo cuente a posteriori dándole detalles de los hechos, aportando fotos, etc.
Respecto al rol que hace el cornudo durante el juego: que tenga que estar atado, que pueda participar lamiendo, oliendo o acariciando, que esté haciendo tareas domésticas, que tenga derecho a masturbarse, o que no lo tenga. A veces se feminiza al cornudo para aumentar su humillación, se le viste con ropa femenina. Bien para que tenga realmente un aspecto femenino y derrotar más su virilidad o a veces para que tenga un aspecto ridículo y provocar la burla del corneador y de la mujer, por ejemplo vestido de chacha con cofia y delantal.
Una de las humillaciones más intensas y más ligadas a esta dominación es hacer que el cornudo tenga que lamer y limpiar a su adorada cuando ha tenido sexo con su amante, llegando a lamer y tragar la corrida del macho. Sobre esto hay multitud de videos y parafernalia porno que se une a otro fetiche el “creampie”. Creampie (tarta de crema) es el termino que se usa para describir el acto de correrse dentro del culo o el coño de una mujer y dejar que la corrida y normalmente el ver derramarse esa corrida hacia fuera.
También aparece a menudo el factor interracial siendo en el porno y en el material relacionado con el cuckolding recurrente que el corneador sea negro, potenciando todo el tópico de la virilidad superior, el tamaño del pene, y habiendo también toda una corriente alrededor de los cuernos y los negros.
La humillación y el sometimiento puede llegar a la dominación directa del corneador, del macho dominante que puede dar ordenes, humillar, insultar, e incluso llegar a la bisexualidad: que el cornudo tenga que chupar la polla del corneador, o más.
También a veces se añade el factor de la dominación financiera dentro de este triángulo, el cornudo corre con los gastos de las juergas de su amada y su amante, les hace regalos, o paga directamente al corneador.
Todos los elementos aquí descritos se pueden variar, combinar o mezclar en una coctelera dando un sinfín de situaciones y morbosas prácticas. Y como siempre en el BDSM puede constituir un juego para realizar de forma esporádica y divertirse con la pareja, hasta ser una forma de vida que se sostiene durante toda la vida, todos los días, 24 horas.
Una de mis practicas preferidas es esta: Cuckolding el placer de la infidelidad y los cuernos.
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