La Dominación Financiera como elección personal
La Dominación Financiera (DF) es para mí la forma más autentica de sumisión a una persona dominante. Mediante la DF el sumiso no sólo entrega a su Ama aquello por lo que más se esfuerza en esta vida, el resultado de su trabajo diario, sino también le otorga voluntariamente el control sobre su vida. La DF exige que la Domina tenga un conocimiento completo de las circunstancias personales y profesionales del sumiso para decidir con su poder absoluto donde establecer los límites de ese dominio. Para el sumiso requiere una honestidad y sinceridad total para, en ejecución de su libre decisión de servir a su Ama, no esconder nada de sus circunstancias que pueda dificultar que su Dueña ejerza ese poder de la forma más acertada.
La DF no tiene nada que ver con la humillación. No creo que haya ninguna modalidad de sumisión que sea tan satisfactoria para un auténtico sumiso como la DF. Junto a la satisfacción intrínseca de saber que resultas de utilidad a la persona a la que has decidido dedicar tu vida mediante las entregas de dinero, la DF exige al sumiso importantes renuncias en su vida personal que se traduce en la constatación fehaciente de esa relación de Dominación/Sumisión. Y, al mismo tiempo, la DF pone de manifiesto el control total que el Ama ejerce sobre su sumiso creando en éste una sensación de indefensión y de dependencia que asegura su obediencia a la Domina. La DF va más allá de la mera sumisión financiera. Se trata de estar al servicio de tu Ama para emplear tus energías y capacidades en mejorarle Su vida. En este sentido, incluye la realización de todo tipo de tareas que le encomiende, de gestiones de la vida diaria e incluso de colaborar en incrementar los ingresos que percibe su Dueña procedentes de otras fuentes distintas a su propio bolsillo.
A diferencia de otros tipos de dominación donde la relación Ama/esclavo se reduce a los episodios puntuales donde se realizan las sesiones, la DF establece una relación permanente entre Domina y sumiso lo que permite que ambas partes lo vivan con mucha mayor intensidad y realismo. A través de la imposición de obligaciones y renuncias, el Ama va diseñando la rutina diaria del sumiso, privándole de actividades que a él le producían una cierta satisfacción y encomendándole tareas para beneficiar a su Dueña. Eso debe ser motivo de orgullo para el sumiso. La dominación no se ejerce dentro de un escenario montado artificialmente al efecto para satisfacer una fantasía y jugar diversos roles en función de los deseos del sumiso sino que se practica las 24 horas del día los 7 días de la semana porque el sumiso sabe que debe dedicar permanente sus energías a la tarea de facilitar la vida de su Ama y que en esta situación no tiene ninguna escapatoria.
Si bien la decisión de un sumiso financiero de entregar los ingresos de los que dispone a otra persona a quien considera su Diosa se realiza de forma unilateral, por el simple hecho de hacerle la vida más sencilla sin esperar nada a cambio, yo valoro que mi Ama sea consciente del esfuerzo y abnegación que este comportamiento conlleva y sea tan generosa de gratificarme con su tiempo y tutela. La DF es también un proceso de formación donde el sumiso va aprendiendo a renunciar constantemente a cosas superfluas de su vida que le permiten mejorar e incrementar su vasallaje económico y operativo a su Ama. Este proceso exige una labor de guía por parte del Ama que debe ejercerse con cariño pero con estricta rectitud.
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