Mi atraccion por ser dominado por el sexo femenino viene desde bien pequeño, es mas, yo diria que desde que tengo uso de razon. No recuerdo exactamente cuando se desato esa atraccion que mas tarde se convirtio en excitacion.
Estudie en un colegio de monjas, en el cual solo habia maestras, todas ellas ataviadas con su habito, algo que a mi me atraia, pero yo no sabia el motivo… Ya en clase provocaba que me castigaran para poder verlas de cerca y sentir como me humillaban delante de toda la clase y asi someterme a todo tipo de castigos, tanto fisicos como mentales…
Fui creciendo y sin saberlo cada vez me atraia mas ser dominado por una mujer lo que hacia que la relacion con chicas de mi edad no fuera muy fructifera y como resultado de ello la corta duraccion de mis relaciones.
No quiero hablar de mi vida personal, pero hare un inciso para poder explicar el por que de todo esto.
Empece a trabajar como becario en un buffete de abogados, mi jefa, una mujer de 35 años culta, de marcadas curvas, cara perfecta y un genio y educacion perfectos (solo de recordarla me excito) desperto en mi algo que tenia oculto desde hace tiempo, algo que ya habia sentido durante mucho tiempo pero que nunca habia entendido como en ese momento. Ella me exclavizaba, me asignaba los peores trabajos, que la llevara el cafe a su depacho, me humillaba delante de los demas compañeros… Pero eso a mi me hacia sentir bien y yo acataba todas sus ordenes con todo el placer del mundo.
Ella disfrutaba haciendolo, ya que se dio cuenta de que yo hacia todo lo que ella decia por muy humillante que fuera. un dia al llevarla el cafe a su despacho, se me olvido ponerla azucar, ese error fue lo mejor que me podia pasar… Ella dio un trago, al notar que no tenia azucar, lo volvio a escupir en el vaso diciendome «¿No me has puesto azucar?, ahora te lo vas a beber tu» No lo dude ni un segundo y en mi afan de complacerla, me lo bebi, ella se quedo mirandome mientras sonreia, mientras me miraba a los ojos me dijo: «veo que harias lo que te pidiera» y yo la respondi: «Si señora», a lo que ella me respondio: «pues arrodillate y hazme un masaje en los pies» Sin yo saberlo habia conseguido encontrar lo que buscaba.
Dia a dia iba al buffete ilusionado, solo pensando en complacer a mi jefa, hacia todo lo que ella me pedia a cambio de nada, incluso llegue a pedirla que se quedara con mi miserable sueldo de becario….
Llego un dia en el que ella dejo el buffete para dedicarse a asuntos de mayor relevancia.
Disfrute mucho esa epoca de mi vida, pero cuando se acabo me senti solo, sin rumbo, hundido… Durante años me senti asi, hasta que la encontre a usted, Ama Bentley.
Señora quiero agradecerla su existencia, quiero agradecerla haberme aceptado como uno de sus sumisos, quiero agradecerla que haya marcado de nuevo el rumbo de mi vida, quiero agradecerla el trato que usted me da, quiero agradecerla…
Todo lo que yo haga por usted sera para engradecerla a la vez que a mi me hace sentirme en este mundo, con un motivo, un fin: Servirla en lo que usted ordene y desee.
Artu Bcn
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